domingo, 5 de junio de 2016

LA LÓGICA BINARIA



El mundo de las máquinas y los elementos electrónicos se rige por la lógica de 1 y 0. El famoso código binario. Eso parece haber sido bastante efectivo considerando los avances que existieron, especialmente en los últimos años. Algunas cosas que considerábamos de película de ciencia ficción hoy en día son realidades. Autos que se conducen solos, realidad virtual y mundos imaginarios completamente creados en computadora que parecen reales son sólo algunos de los avances que nos maravillaron en las últimas décadas y que en algún punto transformaron nuestra vida para siempre.

Pero lo que puede ser una buena idea para alguien no siempre sirve para alguien más. Entonces por qué suponemos que la lógica que aplican las máquinas y los programas puede aplicarse a nosotros los humanos. Claro que no creo que estemos diciendo “1” o “0” cada vez que nos preguntan la hora, sino que muchas veces la lógica que aplicamos para entender las cosas termina siendo esa. El que no es malo es bueno, el que no es flaco el gordo, lo que no es fácil es complicado o lo que no es claro es oscuro.

Esta lógica facilista en muchos casos nos estigmatiza, nos cataloga, nos terminan separando. Si yo estoy con A, no puedo estar con B. Si yo soy blanco no puedo se negro. Cada una de estas etiquetas termina siendo un estigma que sirve para agruparnos en un bando y automáticamente quedar enfrentes del bando opuesto.

Pero esto necesariamente tiene que ser así, el mundo es un lugar lleno de opuestos o es algo que inventamos los humanos para entender algo mucho más complejo que nosotros. Realmente no se ven tales ejemplos en la naturaleza, si claro que en el mundo animal hay carnívoros y herbívoros, pero también hay omnívoros entonces la dicotomía queda de lado. Y por más que existieran sólo carnívoros y herbívoros, ¿podría uno existir sin el otro? El enfrentamiento sólo es lógico, si se puede decir así, cuando las dos partes se pelean para ocupar un lugar. Pero donde queda el enfrentamiento cuando esas dos facciones se necesitan entre sí para sobrevivir. ¿No tiene mucha lógica verdad?

¿Entonces por qué nos enfrentamos? Porque quizás entre personas que piensan distinto no sea tan obvia la complementación como lo que sucede en el mundo animal, pero les puede asegurar que trabaja de manera similar. Nos necesitamos el uno al otro para construir algo mejor, el que asegura que tiene todas las respuesta se equivoca. Es algo parecido a lo que pasa cuando un cantante de una banda se transforma en solista, puede ser mejor o peor pero nunca suena igual, siempre hay algo que le falta de lo que había antes y siempre suena mejor la banda original.
Sólo la diversidad de opiniones en cualquier emprendimiento nos lleva a alcanzar el éxito verdadero, de otra manera siempre va a existir un punto flaco en el mismo que no permitirá alcanzar el máximo potencial.

martes, 12 de enero de 2016

The Visit (La visita)




Si te digo que esta peli la dirige Shyamalan ya puedo percibir tu reacción, aparte si a esto le sumo que es una de esas pelis que se graba con cámara en mano como un falso documental y que está protagonizada por dos pre-adolescentes me sorprende que aun sigas leyendo. Pero por más sorpresivo que sea, especialmente para quien escribe, está peli está muy bien e incorpora todos estos elementos que ya vimos en un montón de films anteriores de una forma orgánica y muy efectiva.

¿Cómo es esto? Parece que nuestro amigo nacido en India se dio cuenta finalmente que lo de él no son las fastuosas super- producciones sino las historias simples, con personajes cercanos que sean creíbles y estén bien desarrollados. Y así lo hace en esta peli, donde la historia es tan sencilla como dos chicos que deciden ir a visitar a sus abuelos una semana que no conocían porque su madre se había peleado con ellos cuando era joven.

La protagonista es Becca, una joven pre-adolescente que ama el mundo del cine y decide convertir toda esta aventura en un documental (de ahí la justificación de estar grabando todo el tiempo), está emocionada por conocer a sus abuelos y especialmente el pasado de su madre del que no conoce mucho. Su co-protagonista es Tyler, su hermano también pre adolescente, aunque algo mejor que ella. Que pretende ser rapero y tiene una extraña obsesión con la limpieza.

Ambos conocen a sus abuelos que parecen simpáticos pero no escapan de las típicas mañas (y algunas no tanto) de la gente mayor. Esa es la trama, sencilla, con personajes bastante queribles. El terreno ideal para una de terror que no le escapa a ciertos recursos obvios del género pero que tiene un planteo desde lo cotidiano que funciona muy bien. Y como frutilla del postre un gran giro al final, típico en Shyamalan pero esta vez está muy bien (no es que vivieron todo el tiempo en el 1800 y no se dieron cuenta ni nada de eso que ya vimos antes).

Si les cuento más les arruino la peli y prefiero que la vean. Los amantes del género no se van a arrepentir.

Recomendación: Si todavía los tenés, mirala acompañada por tus abuelos. Te prometo que al final los vas a querer mucho más.