martes, 4 de febrero de 2020

Aviones


Ya desde el otro lado de la calle estaba calculando, haciendo cuentas con la cabeza, sabía que podía saltar la parecita y llegar a las rejas de un salto, aunque no estaba tan seguro. Finalmente llegó, tomo aire, saltó y logró colgarse de la reja. Orgulloso del logro mira desde lo alto como despegan los aviones de la pista de aeroparque.

Tanto ruido hacían esas poderosas turbinas que tardó unos minutos en darse cuenta que Gabriel, también de 7 años, se paró junto a él en la reja.

-Hola – dice Gabriel

-Hola – responde Manuel algo tímido.

-¿Sos de por acá? – le pregunta Gabriel para tapar el silencio entre ellos y un poco por curiosidad.

Manuel responde pero el sonido de la turbina de un avión que despega lo tapa. Ambos quedan maravillados por el inmenso avión que pasa sobre sus cabezas.

-¿Cómo te pensás que vuelan? - pregunta Manuel totalmente absorto.

-Como los pájaros.

-Los pájaros mueven las alas, estos las tienen quietas. – dice Manuel como si fuera lo más evidente del mundo.

Se vuelve a oir el sonido a turbina, otro avión despega. Ambos quedan en silencio.

Para mí que tienen como un propulsor abajo que se activa justo antes que suben. – razona Gabriel que se sorprende con lo que él mismo dice.

-Ah, pero no se ve eso. – algo desconfiado contesta Manuel.

Es que debe ser un segundo, muy rápido para que lo veamos. – contrarresta Gabriel.

-Ahhhhh, puede ser. – Cede Manuel.

-Es así. Cómo va a ser sino. – Se envalentona Gabriel.

Puede ser un viento que tiene en contra, viste como se levantan las hojas cuando caen de los árboles. Debe haber un viento fuerte que hay acá, por eso pusieron acá la pista. – contesta Manuel que no se achica.

-Ah. – Dice Gabriel que no se le ocurre otra cosa que decir.

-¿Vos viajaste alguna vez en avión? – Pregunta Manuel curioso.

-Sí, varias veces. ¿Vos? – Contesta Gabriel que está atento al próximo despegue.

Otro avión despega, el ruido de las turbinas tapa la respuesta de Manuel. Gabriel mira hacia atrás y luego vuelve a mirar a Manuel con cara de hastío.

- Me llama mi mamá, me tengo que ir. Chau.

Gabriel se baja de la reja y sale corriendo. Casi en el último momento se acuerda de su nuevo amigo y se despide a lo lejos.

Otro avión despega, la turbina tapa el silencio de la mirada melancólica de Manuel. Después de verlo pasar, se baja de la reja y empuja un viejo carrito de supermercado lleno de cartones que estaba estacionado a un costado de la calle.