sábado, 14 de febrero de 2009

El curioso caso de Benjamin Button

Hay partes de la juventud donde uno se empieza a sentir viejo, cuando la música de los boliches te parece muy alta, cuando luchas por quedarte despierto después de las 4 de la mañana o cuando no entendés una palabra de lo que te está hablando la minita que te estás tratando de levantar; pero en la película de esta semana, estos ejemplos cotidianos se quedan cortos comparados a lo que tiene que vivir el pobre Benjamín.

Esta semana el reloj de la vida se distorsiona y empieza a correr hacia atrás en una peli que tiene más realidad de lo que parece. Porque a veces, de tanto cambiar la naturaleza de las cosas, la propia naturaleza hace un cambio para mostrarnos que ella es la encargada de eso.

La historia, como imagino que ya suponen, nos cuenta la vida de Benjamin Button, un extraño bebito que nace el mismo día que termina la primera guerra mundial con una extraña particularidad, o debería decir curiosa; según los médicos, tiene todas las características de una persona de 80 años.

Nadie supone que sobrevivirá por mucho tiempo, pero el querido Benjamín, que termina siendo adoptado porque su padre biológico lo rechaza, parece rejuvenecer con cada día que pasa. De ahí en más nos metemos en la vida de alguien que la tiene que vivir al revés.

Una película que realmente pasa por todos los estados de la emoción y que nos deja ver a través de los ojos de este personaje que es realmente entrañable y que, curiosamente vale decir, cada vez ve con más claridad.