jueves, 30 de octubre de 2008

Quémese después de leerse

Precisión milimétrica en los disparos, caros autos importados y mujeres hermosas que se entregan sobre las camas de habitaciones de hotel de lujo, todo eso lo veremos el mes que viene cuando se estrene la nueva película de James Bond, pero esta semana analizaremos una película que muestra exactamente lo contrario a todo esto.

Los excéntricos hermanos Coen se juntaron con los hermanos del alma George Clooney y Brad Pitt para llevar a la pantalla grande una historia acerca del mundo del espionaje que parece mucho más cercana a la realidad que todas las películas anteriores que trataron el tema.

La historia empieza con la renuncia de un analista de la CIA que alega que fue degradado por no tener los suficientes contactos políticos, cosa que no comparte su esposa que tiene un amorío con un ex guardaespaldas interpretado por George Clooney. La mujer decide hablar con un abogado para divorciarse de su esposo desempleado y para esto su abogado le recomienda obtener información sobre el estado de cuenta de su esposo.

Al llegar a la oficina del abogado esta información es traspapelada por la secretaria y llega accidentalmente a un gimnasio donde uno de los entrenadores es Brad Pitt. Los problemas empiezan cuando los empleados del gimnasio creen que la información que hay en el disco es secreta y pretenden una recompensa por ella, generando una serie de malos entendidos, engaños y presuntos conflictos internacionales.

Realmente una película con mucho humor del estilo que los hermanos Coen suelen utilizar, o sea humor negro, pero verdaderamente una peli muy llevadera que nos muestra una cara del espionaje que no estamos acostumbramos a ver en el cine, aunque quizás si en las noticias internacionales.

No hay comentarios: